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Reseña de la escritora Verónica Fabra en su blog Mi vida en palabras

Hormigas en la playa

Hace ya varios meses que me leí este libro y he dudado muchas veces en hacer una reseña de él. Mi indecisión se debía a la falta de claridad en las sensaciones que me había producido su lectura. Supongo que necesitaba tiempo para asentar una trama psicológicamente compleja.

Hormigas en la playa es la primera novela de Rafa Moya, de 165 páginas, publicada por Walrus Books. Encontré un ejemplar en la librería Librup y tanto el título como su portada me llamó la atención. El primero porque me gustó. Solo una vez en mi vida he visto un caminito de hormigas por la arena de la playa y me sedujo precisamente que el autor titulara su novela con algo que a mí se me antojaba insólito. El segundo por todo lo contrario. No sé, el hecho de que la imagen sean dos hormigas, que no son de mi agrado especialmente, que además están en posición y color antagónicos, que los colores del fondo sean verde y naranja, a mi gusto, repelentes, que la cubierta tenga un acabado no satinado, todo ello me producía rechazo y al mismo tiempo me atraía por su originalidad, fuera de los cánones actuales. Lo cogí entre las manos y la sinopsis decantó la balanza.

Moya presenta una relación de amistad entre Pau y Eric, interrumpida en el tiempo por una desgracia y retomada años más tarde a raíz de una cena de antiguos alumnos. Sus personajes están bien definidos, psicológicamente complejos, rayando el thriller, que no me inspiran amistad ni empatía, por lo ajenas que creo que están de mi mundo, y, sin embargo, supongo que deben existir personas así en el mundo para que Moya haya podido dar en el clavo con su descripción. Pasados unos meses comprendí que precisamente eran esas mentes embrolladas las que me habían causado rechazo durante la lectura de la historia. Como escritora le felicito porque ha sabido transmitir dichas identidades a la perfección y causar sensaciones en el lector, algo nada fácil.

El autor utiliza un estilo ágil, fácil de seguir y muy correcto en cuanto a sintaxis. Sin embargo, particularmente me disgusta el hecho de que la voz de la narración cambie de personaje, siendo mayormente Éric y a veces Pau. Y siendo del todo sincera, hubiera acortado el final, dejándolo en la escena de la mesa. Me parece más digno, pero siendo una trama rebuscada, entiendo que el autor buscara rizar el rizo.

Hormigas en la playa, un moderno crimen y castigo

Nueva reseña de Gemma Jordán en la revista online Haltermag

 

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El pasado verano leí el clásico de Dostoievski, y creí que tardaría en encontrar otro personaje que me hiciera sentir tanta empatía y desazón como el Raskolnikov que protagoniza la novela. Pero entonces compré en ebook la novela del autor indie Rafa Moya, Hormigas en la playa, y ahí estaban Eric y Pau para provocarme,ambos, las dos sensaciones, tan encontradas y diferentes, a la vez, con una historia urbana, intimista, psicológica y negra, que para nada, se prevé ni con el título ni mucho menos con la portada de la obra. Y aquí abro paréntesis para hablar de la importancia de un elemento como la portada de un libro; rebuscando por la red reseñas y opiniones sobre Hormigas en la playa y comentando en Twitter con el autor de la misma y otros escritores, descubrí cómo, a pesar de que a Rafa Moya le gustó la portada y le dio el visto bueno, a muchos potenciales lectores les echó para atrás, y no la leyeron al final. Personalmente, me gustó el estilo de la portada, pero desde luego, no creo que refleje el contenido que hay dentro del libro. Así que un aviso desde ya, no os dejéis influir por ella a la hora de adquirirlo y leerlo, más bien hacedlo por la expectativa de lo que encontraréis dentro.

¿Y qué es lo que encontraremos dentro? Para mí, una suerte de Crimen y castigo moderno, en el que los personajes derivan psicológicamente y arrastran al lector con ellos, tal y como sucede con el protagonista del clásico ruso, hasta la pérdida total de la razón y hasta el sufrimiento resultante de las malas decisiones y la mala conciencia. En este caso, no hay asesinato, lo que hay es la historia de la juventud perdida, de una melancolía muy mal construída y de una obsesión por recuperar momentos y sentimientos que, aunque dejaran huella para siempre en la vida de los protagonistas, fueron en realidad fugaces y ya no volverán. Uno de los personajes, Eric, no ha asumido ese hecho y vive aferrado a la ilusión de resucitar un pasado y perpetuarlo. Tan aferrado vive, que roza y sobrepasa el límite de lo enfermizo. El otro, Pau, se ha resignado al paso del tiempo y el peso de la vida; ha renunciado a todo lo que pudo ser y se limita a tener una vida estable en la que cumplir la papeleta socialmente aceptada. Pero en una cena de antiguos compañeros de instituto, redescubre el pasado en Eric (que con quien está obsesionado es con Pau), y en Ester, la que fuera su amor de juventud y la que más sanamente se adaptó a la vida y a los cambios que en ella hay, a pesar de ser la que más sufrió tras un traumático suceso que rompió la línea vital y la amistad de los tres para siempre, y de cuyos detalles nos vamos enterando poco a poco, a cuentagotas mientras avanza la novela, para ir comprendiendo qué sucedió, qué papel tuvo cada uno de los tres y cómo dicho “suceso” acabó por cambiarles para siempre.

Entre ese suceso del pasado que se desvela al lector poco a poco, y los sucesos del presente orquestados por un Eric cada vez más oscuro y obsesionado por recuperar al antiguo Pau y hacerlo suyo para siempre, se urde una trama psicológica, con Barcelona como marco, que sibilina y lentamente va atrapándonos conforme avanzamos por las páginas, pocas por cierto, de Hormigas en la playa. Lo que parece una sucesión de hechos normales narrados con normalidad, acaba por sumergirnos en un asfixiante juego psicológico retorcido y ambivalente, en el que acabamos por sentirnos tan frustrados, rabiosos y ahogados como los personajes, y en el que vemos cómo su psicología, la de cada uno de ellos, urde por su cuenta una realidad paralela y una complicada trama de engaños y persecuciones que acaban por explotar en un tremendo e inesperado final, donde, creo, reside la clave y la verdadera calidad literaria de esta novela. El ahogamiento narrativo al que Rafa Moya somete al lector en las últimas páginas de su obra y el imprevisible y vertiginoso triple giro con salto mortal que en ellas da, nos dejan descolocados, pero también relamiéndonos en la maravillosa sensación que se queda en el paladar cuando una obra ha tenido la suficiente calidad literaria como para hacerte disfrutar, sin darte cuenta, jugando contigo y con tu psicología, sin darte cuenta. Hormigas en la playa es una obra que, definitivamente, sí hay que leer.

Gemma Jordán en Haltermag

http://haltermag.com/haltermag/hormigas-en-la-playa-un-moderno-crimen-y-castigo/

Reseña en el blog de literatura La Biblioteca de Rachel

…sus personajes son verdaderas joyitas, tan interesantes y complejos que me dejaron con ganas de más. Eric es uno de los personajes más obsesivos y retorcidos que he leído en mi vida, y me alucina…
La biblioteca de Rachel .

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Hormigas en la playa nos cuenta la historia de Pau y Eric, dos amigos de la infancia que por motivos ajenos a su amistad tuvieron que elegir caminos totalmente distintos. El problema comienza cuando deciden juntarse, no solo ellos sino todo el grupillo de la época, en una reunión de antiguos alumnos. Tened en cuenta que no se veían desde hace veinte años, por lo que los miedos a la desaprobación y decepción están ahí, latentes. Bueno, y no solo a esa decepción general por acabar como un triste oficinista cuando tenías una prometedora carrera como pintor sino al golpe de realidad que eso conlleva, es decir, miedo a asumir que no has avanzado, que te has estancado en la comodidad de la estabilidad, o esa es la sensación que me transmite Pau, nuestro principal protagonista, el rebelde que acabó siendo un padre de familia encerrado en un trabajo aburrido y casado con una mujer frívola y distante.

Después tenemos a Eric, el rico profesor de literatura quien, a pesar de residir fuera de España, no duda en subirse al primer avión en cuanto se entera de la cena. Quiere saber cómo están sus compañeros, en especial Pau, su mejor amigo y de quien guarda gratos recuerdos.

La reunión transcurre como cualquier otra con sus miles de preguntas y anécdotas graciosas hasta que llega el momento incómodo de la noche, ese en el que te das cuenta de que hay algo que no nos están contando, ¿qué narices ha pasado entre ellos para que sea tan fácil percibir ese “mal rollo”? Resulta que no todos son recuerdos agradables, sino que hay uno que cambió el rumbo de sus vidas y que nos llevará por el camino de la amargura pues Moya –su autor- no nos lo desvelará tan fácilmente, prefiere seguir la estela de la intriga para que poco a poco caigamos en sus red y queramos conocerlo absolutamente todo de sus personajes.

Si me pongo a pensar en la historia a rasgos generales, no nos encontramos con una trama compuesta de miles de giros argumentales o escenas insólitas de película, qué va; sin embargo, su lectura es adictiva gracias a la forma en la que está narrada, sus personajes y su increíble final.

En primer lugar tenemos ante nosotros una novela corta (no llega a las doscientas páginas), escrita en unestilo indirecto libre y con una narrativa sencilla e intimista que esconde mucho más de lo que a simple vista se puede vislumbrar. La trama transcurre en orden cronológico aunque cada cierto tiempo nos intercala un pequeño fragmento de ese misterio del pasado que fue tan significativo para sus vidas.

En segundo lugar, sus personajes son verdaderas joyitas, tan interesantes y complejos que me dejaron con ganas de más. Eric es uno de los personajes más obsesivos y retorcidos que he leído en mi vida, y me alucina.

En tercer lugar, ¡ese final! ¡Ay, lo que una tiene que leer! Me quedé con cara de tonta, realmente impactada.

En conclusión, es un libro que recomiendo por la locura que encierran sus personajes y por el estilo de Moya, quien consigue no solo contar una historia sino que empaticemos con ella gracias, entre otras, a las intervenciones sin avisar de sus personajes en pleno discurso del narrador.

Otra buena reseña en el blog de literatura narranación

Encantado de que un paisano haya escrito una buena reseña de la novela.

nanarracion

“Hormigas en la playa” es una novela a la que llego por referencias y sobretodo, por proximidad geográfica con el autor. El motivo que desencadena la historia, un reencuentro de ex-compañeros de clase tras años sin verse, puede parecer algo típico o un recurso poco original, pero creo que sería un grave error estancarse en esa idea. Esta novela engancha, está bien tramada y Rafa Moya te atrapa en la lectura a través de las vidas de sus dos protagonistas principales: Éric y Pau.

Esta breve novela cuenta fundamentalmente la historia de una obsesión. La obsesión de Eric por Pau, un amigo de juventud. Ambos se reencuentran treinta años más tarde de haberse perdido de vista, en una reunión de antiguos alumnos. A partir de ahí, Eric intenta recuperar la relación que tuvieron en el pasado y para ello emprende una supuesta operación de acoso basada en una nostalgia quizá mal planificada.

Para algunos, una historia de amor, para otros un novela de suspense, quizá una novela urbana, oscura, cerrada y para todos una novela impactante.

Fuente: Hormigas en la playa

Al empezar la lectura —en el primer capítulo— tuve la sensación de estar frente a una novela intimista en la que poca cosa iba a pasar. Nada más allá del acto de exprimir las diferentes personalidades y caminos emprendidos en la vida, de cada uno de los ex-compañeros de instituto que se presentan en escena. Por suerte, me equivoqué: a partir del segundo capítulo ya estaba enganchado a la novela. En ese punto temprano, aún no había ocurrido nada de lo que vas descubriendo posteriormente como lector, pero Rafa Moya escribe con un estilo agradecido, que me gusta. La sensación de que siempre tienes algo por descubrir y que vendrá en tan solo unas páginas más, te obliga a coger el libro siempre que tienes ocasión.

Sobre la historia en sí, una vez acabada la novela, decir que está muy bien construida. Abanzas en la trama presente de los personajes principales, mientras vas conociendo todos los detalles de su pasado juntos, sin que esos flashback resulten excesivos en número o extensión. Tampoco se quedan cortos, la justa medida entre explicar lo suficiente y plantar la semilla de intriga. Y en contra de lo que comentaba anteriormente, en esta novela pasan cosas.

Sobre el final: impactante y en mi caso personal, inesperado. Aún le estoy dando vueltas.

Booktrailer de la novela

En definitiva, una novela fresca y de lectura fluida; intrigante y urbana (si queréis), y que si tenéis la posibilidad, deberías leer en pocas sesiones.

Espero leer más cosas de Rafa Moya. Felicidades por esta primera y fantástica novela.

Conclusión: Totalmente recomendable.

Nueva reseña en el blog de literatura Un lector indiscreto

 

Un lector indiscreto

lector indiscreto

 

Hormigas en la playa es de esas novelas que los lectores no tenemos muy claro a lo que nos vamos a enfrentar si decidimos darle una oportunidad porque, si bien la sinopsis nos da una cierta idea de lo que nos espera, la portada no es precisamente de las que enamoran y, al mismo tiempo, desconciertan porque, a bote pronto, no sabemos el porqué de este título. Solo lo entenderemos si finalmente nos sumergimos en su lectura.

 

Hormigas en la playa es una de esas historias que nos da la impresión de que a lo largo de sus 165 páginas no ocurre nada pero, sin embargo, hay algo en ella que nos invita a seguir leyendoY lo de que no ocurre nada es simplemente eso, una apreciación inicial nuestra, porque luego nos ponemos a analizarla y vaya que si ocurren cosas. Creo que es de esos títulos que nos costaría trabajo catalogar dentro de un determinado género literario, pero que me atrevería a decir que tiene los rasgos de lo que ahora se conoce como domestic noir, un thriller en el que lo dominante es lo psicológico y en el que los personajes se nos hacen muy cercanos, porque viven situaciones que muy fácilmente podemos acoger como nuestras, aunque teniendo en cuenta que muchas de ellas son vividas al límite para conseguir así los objetivos deseados, que terminan por mutarse en obsesión, lo que hará que nos encontremos en ella esa gran carga psicológica.

Sin duda alguna, creo que éste es el perfil que más conoceremos de los dos personajes principales de la trama, Eric y Pau, sin olvidarnos de Ester, que desempeñaría un papel crucial en el pasado de ambos. Pero también conoceremos loa rasgos propios de cada uno de ellos, perfectamente definidos, sobre todo de Eric y Pau, que son ya dos personas adultas con una adolescencia común cuyos caminos se truncarían finalmente y solo se reencontrarán al ser convocados a una reunión de antiguos alumnos. Una reunión que nos trasladará a Barcelona, aunque en esta ocasión no nos encontramos con una Barcelona descrita de forma tan literaria, sino que es una Barcelona un tanto distinta, diría que con localizaciones elegidas y presentadas a conciencia por el autor para estar así más acordes con las situaciones que viven los personajes, como el Passeig del Born, en donde diría que tienen lugar las escenas más trascendentales de esta novela.

 

Y es que podemos decir que Hormigas en la playa es una novela cuyo tema central es la obsesión, ya que bien podría ser el amor entendido en un término amplio: el amor de Pau hacia Esther y ese amor que se presiente de Eric hacia Pau, pero que precisamente es el que provoca esa situación obsesiva que hace que Eric trame todo tipo de artimañas para lograr su objetivo final, que no es otro que estrechar su relación con Pau. Cerco que nos provocará desasosiego en más de una ocasión y nos conducirá a un final diría que sobrecogedor y creo que, al mismo tiempo, inesperado.

 

Hormigas en la playa es una novela que, pese a que el suspense está latente a lo largo de sus capítulos, sin embargo nos va a suponer una lectura placentera, pausada, con el ritmo adecuado que marca Rafa Moya para que no desviemos nuestra atención de lo que en ella ocurre. Un suspense que hace que poco a poco vayamos conociendo las causas que provocaron esa ruptura en el pasado entre Eric y Pau. Todo ello acompañado de una narrativa diría que elegante y, al mismo tiempo, envolvente, de tal forma que nos será difícil olvidar lo que ocurre entre ambos protagonistas y, al mismo tiempo, nos invita a reflexionar sobre las situaciones vividas a lo largo del desarrollo de la trama.

 

Magnífica reseña en el blog de literatura Déjame leer en paz

 

reseña dejameleerenpaz

 

Reseña en Déjame leer en paz

«Hormigas en la playa», por Rafa Moya.

“Hormigas en la playa” es una de ésas historias que uno nunca esperaría encontrar tras su apariencia. Una de ésas a la que llegas por recomendaciones, de oídas, pero a la que quizá nunca habrías llegado por ti mismo. Bajo su aspecto algo anodino, tras un título no demasiado sugerente, uno no espera darse de bruces con una de ésas historias que actúan como espejo de nosotros mismos. Es inevitable encontrarse en la novela de Rafa Moya, en alguno de sus personajes y en sus obsesiones y frustraciones. Algo así como mirarse en un espejo de feria, de los que devuelven la imagen deforme pero reconocible de uno, en este u otro tiempo.

El reencuentro de Eric y Pau, treinta años después de los tiempos de instituto, supone para el primero el retorno a las obsesiones de antaño, a la necesidad de poseer, orquestar, dirigir. La relación de Eric y Pau, que se puede leer como romántica, como platónica o como una simple pasión mal comprendida, no volverá a ser como entonces, a pesar del empeño de Eric.

Un planteamiento mil veces visto, una sinopsis que nos puede llevar a error, porque lo mejor de “Hormigas en la playa” no es lo que cuenta sino cómo lo hace. Es la forma en la que Rafa Moya consigue que la frustración empape cada palabra, el modo en que te causa cierto malestar, una irreconocible incomodidad, porque nos jode que dentro de nosotros haya un poco de sus personajes.

En esa atmósfera sucia, compleja, oscura, tiene mucho que ver la Barcelona que el autor dibuja, alejada de la ciudad cosmopolita y vibrante que vemos desde fuera. La ciudad de Eric y Pau es un lugar gris, aquejado de una superpoblación de seres idénticamente aburridos, habitantes replicantes de un mecanismo mecánico, donde todos se mueven a las horas previstas, saliendo y entrando de soñadas jaulas de oro.

Siempre hay un pero, claro. Siempre hay que tratar de encontrar un pero. Quizá en su desarrollo, la trama es a veces algo irregular, en ocasiones decae el ritmo y uno se asfixia un poquito entre sus páginas. Es cierto también que a veces uno piensa que los recursos de Eric son demasiado sofisticados e inagotables. Todo eso lo piensa uno, como lector, pero se le olvida cuando cierra la última página, tras ése final perturbador, abierto y cerrado a un tiempo, que uno se queda masticando durante días. Un cierre que deja muy buen sabor de boca y eleva la sensación final que queda, dejándote convencido de que has leído una muy buena historia.

 

 

Nueva reseña en el blog Me encanta leer

me encanta leeer

Cada cierto tiempo me animo a leer alguna de las obras de escritores noveles que se ponen en contacto conmigo y Hormigas en la playa es una de ellas. Quiero empezar diciendo que Rafael Moya ha conseguido con su novela algo muy difícil ya que nos engancha desde el principio con interés y curiosidad por saber lo que va a pasar con los personajes que plantea.

El título me parece muy acertado y también el símil con el que lo incluye en la novela, donde los personajes están un poco perdidos en la vida como “hormigas en la playa”

La narración comienza presentándonos a Pau, uno de los personajes centrales de la novela. Pau tiene una vida en apariencia perfecta, con un trabajo, casa y familia ideal y que sin embargo no le llena. Siente que su vida es monótona y hueca como un decorado que no le llena pero no hace nada para cambiarlo.

Ha sido invitado a una fiesta de alumnos de su instituto donde se reencontrará con sus amigos de juventud con los que estaba muy unido y descubriremos poco a poco a modo de flashback las circunstancias que hicieron que se separaran hasta el punto de no volver a verse hasta ese momento.

A través de la mirada de sus antiguos amigos iremos conociendo más profundamente a Pau, líder de su grupo y destinado a grandes cosas. Con una gran mentalidad creativa e independiente destacaba en su grupo de amistades y todos pensaban que llegaría a ser una personalidad en el mundo del arte. La contraposición entre la realidad de su vida actual y sus sueños de juventud así como las expectativas creadas nos van dando las pautas para entender a los personajes.

“Todo se perdió en el tiempo. Hablaban de jóvenes que jamás hubieran pensado acabar como ellos”. (Pág 12)
Paralelamente conoceremos a Eric su mejor amigo de esa época que siempre le ha echado de menos tras su separación por el traslado a Alemania con su familia. Después de la cena tratará de recuperar su relación y al tiempo devolver la ilusión a la vida de Pau. Poco a poco descubriremos los aspectos más inquietantes de este personaje y nos plantearemos la legitimidad de sus intenciones.

Mientras Pau trata de recuperar un antiguo amor que dejó escapar por inmadurez y cuyo recuerdo le ha acompañado desde la separación del grupo al tiempo que intenta adaptarse a los cambios que se sucederán en su vida desde la cena de alumnos.

Sobre esa trama argumental iremos conociendo más a los personajes, sus debilidades, traumas y deseos. La historia se va enredando con un ritmo de intriga y suspense que nos hace anticipar que las cosas tendrán un desenlace impactante. Esa sensación de urgencia está muy bien reflejada en la novela y es la que nos incita a seguir con la lectura movidos por la curiosidad.

He disfrutado con la lectura, se lee con facilidad y está correctamente escrito con un estilo ágil y a la vez intimista que permite que al tiempo que pasan bastantes cosas evolucionemos con los personajes. Me han gustado las descripciones de Barcelona y el entorno que crea para la acción.

Debo decir que el desenlace en sí, ha sido lo que menos me ha convencido de la historia. Para mi gusto es un poco enrevesado y no termino de creerme las reacciones de Pau en su aventura particular. El resto de los personajes me parecen coherentes y lo suficientemente desarrollados pero al final de la lectura me han quedado demasiadas preguntas por resolver para considerarla una historia redonda.

Sin embargo para ser una primera novela me parece un logro muy importante que mantengamos la curiosidad a lo largo de toda la historia. Eso unido a unos personajes interesantes y bien desarrollados hacen que me haya dejado un buen sabor de boca en general.

Recomiendo su lectura aunque no lo incluyo en mi listado de recomendados, donde sólo incluyo libros que me han gustado del todo, por lo que no me ha terminado de cuadrar del final pero si creo que es una novela entretenida que plantea temas de interés sobre el deseo, sus dependencias y las concesiones que uno hace a cambio del amor.

Invita a reflexionar sobre las relaciones humanas y eso lo convierte en una historia bastante completa donde hay acción y emociones en un buen equilibrio lo que no es poco.

Desde luego una buena ópera prima que anima a seguir los pasos de este incipiente escritor.

Podéis encontrar la novela y saber más del escritor en la página del libro. http://rafamoya.com/es/

Muy buena reseña en el blog «En tus libros me colé»

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Reseña en «Tus libros me colé»

Mis Impresiones:

La historia comienza con una reunión de antiguos alumnos del Instituto. Pau, tiene dudas de si debería acudir; fue la estrella del instituto, un joven admirado y popular, miembro del grupo de teatro y un joven pintor con talento. Pero ahora su vida es monótona, gris, triste… está casado y es padre de una hija, pero no es feliz en su matrimonio. Tampoco se dedicó a la pintura, trabaja de abogado como corrector de textos jurídicos… su vida no tiene nada que ver con sus sueños de adolescente. Pero sin embargo acude a esa reunión que trastocará su vida…

Allí vuelve a encontrarse con su amigo Eric, un joven que se convirtió en su sombra cuando de niños lo defendió en una pelea. Ahora es un reputado profesor universitario en Berlín con una posición acomodada. También vuelve a ver a Ester, su novia del Instituto hasta que un trágico accidente lo trastocó todo. Y poco más creo que puedo contar, de hecho la sinopsis que viene en el libro es muy escueta y es un acierto, hay que leerlo para descubrir una historia que te va atrapando poco a poco.

“Hormigas en la playa” es una historia sobre los sueños adolescentes, sobre lo que queríamos ser y lo que somos, la diferencia entre nuestros sueños y en lo que nos hemos convertido… una historia intimista y nostálgica que sin darte cuenta te invita a analizar tu propia trayectoria. Pero a la vez, es también la historia de una obsesión que engancha y atrapa al lector hasta las últimas páginas.

A través de un narrador omnisciente, con un estilo sencillo pero cuidado, el autor ahonda en los sentimientos de ambos protagonistas, en su pasado, en sus sueños, en sus culpas… creando unos personajes muy bien perfilados psicológicamente que nos trasmiten de forma asfixiante el descontento existencial de Pau y la obsesión enfermiza de Eric.

En definitiva: “Hormigas en la playa” es una historia que me ha gustado mucho, frente a su simple portada, es sin embargo, un libro con una historia más compleja pero muy bien construida. Un thriller psicológico, de lectura fácil, que también invita a reflexionar al lector, que he disfrutado y recomiendo descubrir.

Reseña positiva del blog de literatura de Adivina quien lee

Muy buena reseña de Adivina quien lee.

 

Confieso que cuando recibí un email del autor ofreciéndome la novela acepté su lectura a pesar de que tenía algunas dudas sobre ella. Quizás este ha sido el año que más novelas he abandonado sin terminar y temía tener que volver a decir a un autor que no iba a reseñar su novela, con el mal trago que a  mí esto me supone, porque tampoco iba a terminarla. No sé de dónde venían estas dudas pero estaban ahí. Aunque lo cierto es que comencé a leer la novela y ha sido una muy agradable sorpresa porque no solo me ha atrapado desde la primera página sino que también me ha parecido que tiene un curioso planteamiento y toca temas interesantes.

“La vida se compone de infinitos instantes pero pocos sobreviven al olvido. A veces son recuerdos triviales, en ocasiones absurdos, que obstinadamente salen a nuestro encuentro, otros son imprevistos, incluso trágicos y algunos como los de  aquella noche, esperados y vividos con la firme convicción de que serán recordados.”

Todo comienza con una cena en la que se van a reunir antiguos alumnos de un instituto. Pau, uno de los protagonistas, era el chico más popular de la clase y acude con el temor de qué es lo que va a encontrarse allí. Su futuro no ha sido tan prometedor como todo el mundo auguraba en el instituto y siente recelos de reconocer ante todo el mundo que se ha convertido en uno más. Allí se reencuentra con todo el mundo pero sobre todo con Eric, su mejor amigo, y Esther, una antigua novia, después de más de treinta años en los que no habían tenido contacto

Eric quiere retomar la relación que tuvieron en el pasado y para conseguirlo comienza a seguir a Pau y se convierte en su sombra….

Podríamos catalogar Hormigas en la playa como una historia de suspense con un toque psicológico ya que ciertamente algo hay en ella pero sobre todo es la historia de una gran obsesión. La obsesión por una amistad de juventud que en este caso siente Eric y todo lo que hace para recuperar a Pau. Una historia donde habrá una reunión planificada con oscuras intenciones, un acoso, intrigas y argucias para desmontar toda una vida y manipularla al antojo. La novela va discurriendo bajo unos derroteros que no me han resultado fácilmente predecibles. Además tiene otro punto de interés ya que el autor se va haciendo eco de algo que ocurrió en el pasado y que fue el detonante de que sus vidas cambiaran.

A parte de este argumento que prácticamente no da tregua al lector y como os adelantaba un poco más arriba me ha parecido que en Hormigas en la playa se tocan temas muy interesantes. La novela nos plantea la diferencia entre las expectativas que uno puede tener en la adolescencia y la realidad con la que se encuentra al llegar a la etapa adulta. Vamos proyectando nuestra vida, haciendo planes, marcándonos objetivos pero estos no siempre son alcanzables. Y cuando esto ocurre nos decepcionamos pero a la vez no queda otra alternativa que aceptar el entorno que hemos logrado. Seguramente si muchos de nosotros miramos hacia atrás y recordamos cómo nos queríamos ver la diferencia con la realidad que ahora mismo vivimos será bien distinta.

Los temas que vamos a ir encontrando además son sobre el amor, la traición, el matrimonio, las decepciones, la venganza o la realidad distorsionada que uno pueda tener de su propia vida. Porque aunque parezca imposible no siempre somos conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor. Como uno de los personajes que tras realizar algunos descubrimientos se plantea en seguir como hasta el momento e interpretar el mismo papel que ha venido realizando durante años sintiéndose como un actor en un escenario o cambiarlo todo.

En la historia son tres los personajes que soportan prácticamente todo el peso argumental. Rafa Moya consigue dar consistencia y realismo a estos tres personajes. Nos muestra con gran acierto sus sentimientos y emociones de forma que al lector no cuesta comprenderlos y situarlos. Son Eric, Pau y Esther. Los tres fueron inseparables en el instituto hasta que el destino fue llevándoles por distintos caminos.

Pau ahora se ha convertido en un abogado que está casado y tiene una hija. Una vida cómoda pero monótona en la que ha ido perdiendo muchos sueños por el camino, por ejemplo, el de dedicarse a la pintura como deseaba. Era la estrella del instituto y todo el mundo pensaba que llegaría muy lejos. Eric al contrario se ha convertido en un potente empresario afincado en Alemania. Un personaje desconcertante traumatizado por el pasado. Quizás porque tuvo que cambiar su vida en el momento en que no quería abandonar lo que tenía. Esther es un personaje que no participa tan activamente en la historia pero cuya presencia sobrevuela constantemente la novela por aquello que ocurrió en el pasado con los tres amigos. Y no, no es un triángulo amoroso lo que marcó la vida de los amigos como cabría esperar.

El estilo narrativo es sencillo y muy depurado. La narración transcurre con un ritmo no muy acentuado pero si con intensidad sobre todo cuando el lector va conociendo las verdaderas intenciones de los personajes. Sus actos dan lugar a momentos de gran tensión. Con respecto a su final, quizás es lo que más me ha gustado de la novela. Una resolución distinta y algo atrevida porque no casa con lo que el lector espera. Pero que a mí, personalmente, me ha convencido y encantado que el autor rompa el molde del final predecible y feliz dejándome un buenísimo sabor de boca.

Conclusión

Poco más me queda que decir de Hormigas en la playa. Una novela que me ha sorprendido gratamente y que os recomiendo. La historia de una obsesión llevaba hasta un extremo.

Mas opiniones de lectores

De las muchas críticas y opiniones que he recibido, quiero destacar ésta por su intensidad emotiva.

Estimado Rafa,

Llegué a tus Hormigas a través de «los más leídos» de Amazon. No pude parar hasta el punto final. La última vez que me había pasado esto fue con «Santa Evita» de Eloy Martínez hace más de 10 años. Lo primero que se me ocurre decirte es Gracias. Gracias por engancharme, por emocionarme, por sorprenderme, por escribir por mi… así de identificado me he sentido, pero no con un personaje en concreto sino con situaciones, emociones, amistades, de alguna manera he visto parte de mi historia/mundo reflejado en tu texto y ha sido sorprendente, un regocijo para el espíritu. Y sí, como he leído por ahí, espero verla pronto hecha película. Mis mas sinceras y emocionadas felicitaciones.

 

libro Calders new

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