Si ponemos una rana en una olla con agua hirviendo, inmediatamente intenta salir, pero si la ponemos en agua a temperatura ambiente, y no la asustamos, se queda tranquila y a medida que la temperatura aumenta, la rana está cada vez más aturdida y aunque nada se lo impide, se queda ahí y hierve.
Reaccionamos a los cambios bruscos, al dolor repentino, pero no a los cambios progresivos que pueden llevarnos a una situación insoportable.
21 Maneras de hervir una rana de Rafa Moya contiene veintiún relatos inquietantes que hierven lentamente en la olla de la empresa hasta provocar una ebullición de los aspectos más relevantes de este mundo: la competitividad, la motivación, el liderazgo, el poder, la envidia, el lenguaje empresarial, la estupidez, el aburrimiento, la burocracia, el machismo y todo aquello que hacen de la empresa (y de la vida) un lugar idóneo para hervir ranas sin ninguna compasión.
Todo ello narrado a través del humor negro, el sarcasmo, la ironía y una sutil perspectiva crítica con el fin de que el lector pueda mirar a su alrededor y saltar de la olla antes de que hierva.